«El Desenterrador» de Societat Doctor Alonso // 18 de noviembre de 2017 // Naves Matadero -CIAV // Madrid
«Lo que yo espero ver son diferentes artistas en el escenario utilizando palabras que o bien están en desuso o bien son tabú…»
«Vengo sin ninguna expectativa. No sé ni cómo se titula la obra…»
«Normalmente mi criterio desde hace unos años es venir un poco «a pelo». No pensar mucho ni ponerme a leer sobre la compañía antes de haberla visto…»
Les Matarifes invitados, nos hablan de sus expectativas momentos antes de comenzar la función.
Les Matarifes invitados, nos hablan de sus expectativas nada más terminar la función.
Les Matarifes invitados nos envían un correo electrónico, una semana después, con el recuerdo que tienen de lo acontecido.
Como comenté en la grabación posterior al taller, me sorprendió la dinámica porque esperaba que los artistas interviniesen más y que la participación del público también fuese mayor. El taller me resultó interesante como herramienta de debate ya que posibilita que meditemos nuestras ideas antes de decirlas en voz alta y, al mismo tiempo, que escuchemos los comentarios que hace el resto de la gente que participa. Aun así me aburrió por momentos, ya que una hora de duración con este sistema tal vez sea excesivamente largo. No creo que cumpla el objetivo de mantenerse en el tema, ya que en varias ocasiones los comentarios se inclinaron a la concepción del binomio rico-pobre más que a la definición de la palabra pobre, que era el propósito de la práctica.
La parte más interesante para mí fue la elaboración del «mapa» que una de las creadoras desarrolló plasmando el nivel de la «excavación». Me ayudó a entender hasta dónde habían llegado y me pareció muy útil para el posterior debate.
Como parte del público he compartido con los participantes del taller su última práctica de esta residencia-excavación en las Naves de Matadero.
Nos han hecho partícipes de su manual del excavador, con sus diez normas, sentados en sillas excavando tres círculos concéntricos siendo elegida la palabra a desenterrar, pobre.
Me ha gustado estar presente en este baile de palabras desentrañadas. Elegí una posición de escucha, de testigo de las conservaciones que se iban hilando,de las palabras cavadas con nuestras ideas marcadas por el ambiente cultural que nos envuelve, resultó ser una palabra muy contempóranea a todos: se levantaba en el aire que respirábamos preguntas que abandonaban su naturaleza pragmática y nos llevaba a escuchar enunciados de calado filosófico, «¿se puede elegir no tener nada?», «los animales viven pero…¿experimentan la pobreza?», «la pobreza es humana»…
Matices nacidos de la excavación conjunta de la palabra.